Aquí empieza la aventura. Oh my word! por fin es una realidad y no sólo una locura de una traductora afincada en Madrid.

Y ahora que es una realidad, es inevitable repasar todos los pasos previos. Dejando atrás otras opciones laborales y la vida del trabajador por cuenta ajena, con todos los extras que ello implica, sólo quedaba lanzarse del todo a la piscina… qué digo lanzarse, ¡hacer la bomba!

La seguridad de una nómina es reconfortante, los viajes en metro a la oficina siempre causan alguna sonrisa que otra y trabajar con personas siempre es enriquecedor, pero hay algo del espíritu emprendedor que engatusa y enamora.

Por ese mismo enamoramiento nos lanzamos con toda la energía y pasión con este bonito proyecto. La unión de la creatividad y un sinfín de ideas con la voluntad de demostrar una capacidad profesional impecable.

Ohmyword! cree en la dedicación y en la profesionalidad y en el trabajo bien hecho. Así que, a modo de inauguración, el primer post será nuestra declaración de intenciones:

1. Ser fieles a nuestros principios de integridad profesional.

Ante todo, somos personas profesionales. Personas con una pasión por nuestra profesión. Personas preparadas, dedicadas y fieles a nuestros principios. Hablando en plata, nos dedicamos a reproducir tus palabras en otro idioma. Ni más ni menos.

2. Representar el trabajo bien hecho.

Lucharemos como la armada más preparada del mundo contra el “Pero… si lo podría haber hecho con Google Translate”. Somos profesionales con experiencia en el campo de la traducción/interpretación. Le dedicaremos el esfuerzo y el tiempo que requiera.

3. Ofrecer lo mejor que tenemos.

Nos comprometemos a entregar lo mejor que podemos dar. Ningún trabajo debería hacerse con prisa, a ciegas y sin estar 100% seguro. Calidad y compromiso van de la mano.

4. Intentar ser su mejor aliado.

Como un matrimonio, las relaciones se cultivan con el esfuerzo por ser mejores cada día. Y eso mismo le prometemos. Nos dedicaremos a lo que mejor sabemos hacer: soluciones lingüísticas y trabajar para ser los primeros en la lista.

5. Y… ¿por qué no? ¡Crear un imperio!

Empezamos la aventura siendo pocos… pero esperamos que muchos se unan a lo largo del camino y que sea una aventura compartida.

Y colorín colorado…. ¡ESTE CUENTO ESTÁ RECIÉN COMENZADO!